El Salvador en la Tormenta
El mayor peligro que todos enfrentamos es no poder ver a Jesús en nuestros problemas. En lugar de ello, vemos fantasmas. En Mateo 14, Jesús ordenó a sus discípulos que subieran a una barca que se dirigía a una tormenta. La Biblia dice que los hizo ir delante de él en este barco que él sabía que se dirigía a aguas turbulentas. Sería sacudido como un débil corcho; y ¿dónde estaba Jesús? Ël estaba en las montañas supervisando el mar. Él estaba orando y buscando a su Padre en soledad, luego, en las horas más oscuras de la noche, salió al lago para encontrarse con los discípulos.