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Devocionales en Español

El Salvador en la Tormenta

David Wilkerson (1931-2011)

El mayor peligro que todos enfrentamos es no poder ver a Jesús en nuestros problemas. En lugar de ello, vemos fantasmas. En Mateo 14, Jesús ordenó a sus discípulos que subieran a una barca que se dirigía a una tormenta. La Biblia dice que los hizo ir delante de él en este barco que él sabía que se dirigía a aguas turbulentas. Sería sacudido como un débil corcho; y ¿dónde estaba Jesús? Ël estaba en las montañas supervisando el mar. Él estaba orando y buscando a su Padre en soledad, luego, en las horas más oscuras de la noche, salió al lago para encontrarse con los discípulos.

Enfrentando con Confianza Nuestros Fracasos

David Wilkerson (1931-2011)

Cuando Adán pecó, trató de esconderse de Dios. Cuando Jonás se negó a predicar a Nínive, su miedo lo llevó al océano, tratando de huir de la presencia del Señor. Después de que Pedro negó a Cristo, se fue a llorar amargamente.

Adán, Jonás y Pedro huyeron de Dios, no porque perdieron su amor por él, sino porque temían que el Señor estuviera demasiado enojado para tener misericordia de ellos.

El Señor es Nuestra Paz

David Wilkerson (1931-2011)

Conocer y creer en el carácter de Dios como se revela a través de sus nombres, provee una gran protección contra el ataque enemigo. Dios declaró a Israel a través de su profeta: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” (Oseas 4:6). La implicación aquí es poderosa. Dios nos está diciendo que tener un conocimiento íntimo de su naturaleza y carácter, como se revela a través de sus nombres, es un poderoso escudo contra las mentiras de Satanás.

La Gloria de la Liberación de Dios

Gary Wilkerson

Un mensaje que no es aceptable en muchas iglesias americanas hoy en día es que los creyentes a veces pueden decir: “Estoy tan cargado que casi no tengo fuerzas para vivir”. Sin embargo, esta es una realidad en algunos cristianos muy piadosos. ¿Por qué no debería serlo? Servimos a un Dios que libera a los cautivos y alivia a los que están muy cargados.

Que os Améis Unos a Otros

Jim Cymbala

He llegado a la conclusión de que no hay mucha gente que se identifique primero como cristiana. El mundo debe saber que somos discípulos de Cristo porque nos amamos unos a otros. En cambio, vemos a los creyentes en estos días diciendo cosas como "Soy conservador" o "No, yo soy de izquierda". La gente se acusa unos a otros, diciendo: "Escucha, diablo. Siempre supe que eras un demonio". Esto está sucediendo en el cuerpo de Cristo.

Un Beneficio del Temor Santo

David Wilkerson (1931-2011)

He visto a hombres poderosamente usados ​​por el Espíritu que luego fueron puestos en el estante por Dios. El Señor les dijo: “Lo siento, hijo. te amo. Te perdono. Mi misericordia vendrá por ti, pero no puedo usarte en este momento”.

La Redención de Pedro

David Wilkerson (1931-2011)

Cuando Pedro fue zarandeado, fracasó miserablemente en un sentido, pero no en su fe. Tú  puede estar pensando, “¿Cómo puede ser eso? Este hombre negó conocer a Jesús en tres ocasiones diferentes”.

Ven, Haz tu Obra en Mí

David Wilkerson (1931-2011)

Yo creo que si un cristiano tiene una intensidad para vivir una vida santa, si desea dar "su todo” al Señor, solo puede haber una razón por la cual él no puede estar disfrutando de la libertad prometida por la morada del Espíritu Santo. Esa razón es la incredulidad. Jesús no pudo realizar sus obras cuando había incredulidad; y su Espíritu no puede hacer nada en nuestras vidas cuando albergamos incredulidad.

No Ofendidos por la Cruz

David Wilkerson (1931-2011)

Mateo nos dice que Cristo quería dar a sus discípulos un profundo sermón ilustrado. Él llamó a un niño pequeño y lo tomó en sus brazos. Entonces les dijo: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe” (Mateo 18:3-5).

Palabras que Saben a Miel

Gary Wilkerson

¿Cuál es el regalo más importante que realmente podemos dar a alguien? Yo diría tiempo. Tiempo y atención. Esto es especialmente cierto en una cultura donde un teléfono celular siempre está frente a nosotros o sobre la mesa mientras comemos.