Aborrecer la Vida para Hallarla
La clave para una vida abundante se encuentra en un versículo aparentemente insignificante y confuso. “El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará” (Juan 12:25).
¡Este es el desafío de Dios para nuestro pequeño mundo! Comprender lo que quiere decir aquí es la puerta a una revelación que da vida. Jesús también dijo: “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14:26).