Un Vistazo al Corazón de Jesús

David Wilkerson (1931-2011)

Creemos que nuestro Señor disfruta lo suficiente de lo que hacemos por él, pero hay mucho más. Considera este versículo: “¿Quién de vosotros, teniendo un siervo que ara o apacienta ganado, al volver él del campo, luego le dice: Pasa, siéntate a la mesa?  ¿No le dice más bien: Prepárame la cena, cíñete, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come y bebe tú?” (Lucas 17:7-8).

¿Cómo Vencer la Tentación?

David Wilkerson (1931-2011)

El poder para no ceder a la tentación no proviene de llenar nuestras mentes con versículos de las Escrituras, hacer votos, pasar horas en oración, ayunar o incluso entregarnos a una gran causa espiritual. Todas estas cosas son encomiables y normales para el crecimiento cristiano, pero no es ahí donde radica nuestra victoria.

La Razón de la Tentación

David Wilkerson (1931-2011)

La tentación es una invitación o un incentivo para cometer un acto inmoral. En este momento, Satanás está furioso sobre la tierra, como un león rugiente tratando de devorar a los cristianos a través de poderosas trampas hacia la inmoralidad. Nadie es inmune. De hecho, cuanto más te acerques a Dios, más deseará Satanás zarandearte.

Recuperación de la Fe

David Wilkerson (1931-2011)

Tengo una palabra especial para todos los que enfrentan imposibilidades: La recuperación de la fe depende de una revelación más plena del amor de nuestro Padre celestial hacia nosotros.

“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos” (Sofonías 3:17). Aquí hay una gloriosa revelación de la firmeza del amor de Dios por su pueblo. ¡La Escritura nos dice que él descansa y se regocija en su amor por nosotros!

La Trinidad es Más que un Trébol

Gary Wilkerson

Cuando estaba en la escuela bíblica, una de mis clases era un panorama del Nuevo Testamento. Era un anciano pastor británico que estaba tratando de enseñarnos la teología de la Trinidad. Fue casi como: “Bien, hay Padre, Hijo, Espíritu Santo. Son tres; son uno; son como un trébol; son como una bombilla”. Principalmente lo que aprendí ese día fue: "¿Dios es como un… trébol? No sé si eso me hace querer adorarlo".

Sometiéndonos a Dios

Jim Cymbala

En los días de la iglesia primitiva, algunos griegos comenzaron a quejarse de que los judíos creyentes no estaban ayudando a las viudas griegas como a las de ellos. Los apóstoles se reunieron e hicieron arreglos sobre cómo la iglesia cuidaría de las viudas. Pero ellos dijeron claramente: “Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra”. (Hechos 6:1-4). Ellos sabían una verdad importante que nosotros debemos comprender.

Nuestra Guardia Contra el Descuido

David Wilkerson (1931-2011)

Cuando le pedí al Espíritu Santo que me mostrara cómo protegerme del descuido, me llevó a considerar el desvío de Pedro y su eventual renovación. Este hombre negó a Cristo, incluso maldiciendo y diciéndole a su acusador: “No lo conozco”.

¿Qué ha pasado? ¿Qué había llevado a Pedro a ese punto? Era orgullo, el resultado de la jactancia de la justicia propia. Este discípulo se había dicho a sí mismo y a otros: “Nunca podría enfriarme en mi amor por Jesús. He llegado a un lugar en mi fe donde no tengo que ser advertido. Otros pueden ir a la deriva, pero yo moriré para mi Señor”.

El Clamor Interno al Señor

David Wilkerson (1931-2011)

De los 150 salmos, el Salmo 34 es mi favorito absoluto. Se trata de la fidelidad de nuestro Señor para librar a sus hijos de grandes pruebas y crisis. En él, el rey David declara: “Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores… El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende… Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias… Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová” (Salmos 34:4, 7,17,19).

Siendo Fortalecidos en la Fe

David Wilkerson (1931-2011)

Dios le había prometido a Abraham que tendría un hijo, uno que se convertiría en la simiente de muchas naciones. Sorprendentemente, Abraham no se inmutó ante esta promesa, a pesar de que ya había pasado la edad de engendrar hijos. La esencia de la verdadera fe se encuentra en este único versículo. “Y no se debilitó en la fe (Abraham) al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara” (Romanos 4:19).

Yo Soy Poder y Compasión

David Wilkerson (1931-2011)

Estoy escribiendo este mensaje para todos los que están al borde del agotamiento, a punto de desmayar y abrumados por su situación actual. Has sido un siervo fiel y estás seguro de que Dios puede hacer lo imposible. Sin embargo, tienes algunas dudas persistentes sobre su voluntad de intervenir en tu propia lucha.

Considera este versículo. “Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino” (Mateo 15:32).