El Panorama General de la Obra de Dios

Gary Wilkerson

Un versículo muy popular entre muchos cristianos es: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). La palabra que realmente noté es 'ayudan' porque si pensamos que todas las cosas en nuestras vidas ayudarán para nuestro propio bien, nos desanimaremos y decepcionaremos.

La Escuela de Dios de Exámenes Sorpresa

Tim Dilena

En muchos sentidos, los discípulos que estaban con Jesús parecían experimentar situaciones locas sin previo aviso. En un caso, salieron en un bote y los golpeó una gran tormenta. “Y vinieron sus discípulos y le despertaron [a Jesús], diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es este, que aun los vientos y el mar le obedecen?” (Mateo 8:25-27).

Rindiendo Nuestros Planes a Dios

David Wilkerson (1931-2011)

“Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.” (Juan 6:5-6). Jesús llevó aparte a Felipe y le dijo: “Felipe, hay miles de personas aquí. Todos tienen hambre. ¿Dónde vamos a comprar suficiente pan para alimentarlos? ¿Qué crees que deberíamos hacer?"

Señor, Tu Siervo Oye

David Wilkerson (1931-2011)

¿Sabes que es posible andar delante del Señor con un corazón perfecto? Si tienes hambre de Jesús, es posible que ya estés deseando y tratando sinceramente de obedecer este mandato del Señor. Quiero animarte a que es posible, o Dios no nos hubiera dado ese llamado. Tener un corazón perfecto ha sido parte de la vida de fe desde el momento en que Dios le dijo a Abraham: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto” (Génesis 17:1).

Dios Obrando Pieza por Pieza

David Wilkerson (1931-2011)

El Antiguo Testamento está lleno del poder de Dios de obrar milagros desde la división del Mar Rojo, hasta Dios hablando a Moisés desde la zarza ardiente, hasta Elías haciendo descender fuego del cielo. Todos estos fueron milagros instantáneos. Las personas involucradas podían ver y sentir lo que sucedía. Son el tipo de milagros que queremos ver hoy, causando asombro y maravilla. Queremos que Dios abra los cielos, descienda a nuestra situación y arregle las cosas en un estallido de poder celestial.

La Gloria de Jesucristo

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús oró por sus discípulos: “Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros… La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado” (Juan 17:21-23).

La Raíz y el Propósito del Dolor

Gary Wilkerson

A veces puede ser confuso qué papel juega Dios en el dolor, las dificultades y el sufrimiento versus qué es el pecado o la caída.

Vemos en las Escrituras que Dios creó una buena tierra y que todo lo que había creado en esos seis días era bueno. Entonces el pecado entra en escena, y mucho de lo bueno se echa a perder. La maldad de Satanás es parte de esto. Creo que a Satanás se le ha dado cierto margen de maniobra bajo la autoridad de Dios. Dios no causa nada del mal que hace Satanás, pero le ha dado a Satanás cierto margen para tener dicha hostilidad.

Cuatro Expectativas de Dios

David Wilkerson (1931-2011)

Dios es un hacedor de promesas y un cumplidor de promesas, y él me ha hablado al corazón acerca de cuatro lugares donde el pueblo de Dios debe confiar en él. Estas expectativas se basan en las promesas que Dios nos ha hecho.

  • Espera ser recompensado mientras buscas diligentemente al Señor. “[Dios] es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

El Poder del Perdón

David Wilkerson (1931-2011)

El perdón es una forma de vida, destinado a llevarnos a toda bendición en Cristo. “Yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos…” (Mateo 5:44-45).