Córtalos y Échalos de Ti

David Wilkerson (1931-2011)

"En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:1-3).

Conociendo la Voz de Dios

David Wilkerson (1931-2011)

Dios quiere que sepamos que no importa cuán difíciles se pongan las cosas para nosotros, él sostendrá a todos los que confían en él con el poder de su voz apacible y delicada, que habla diariamente a nuestro hombre interior. Esto lo confirma el profeta Isaías. Tienes que entender, Isaías dio esta palabra a Israel en el peor de los tiempos. La nación estaba bajo juicio y en absoluta ruina con todo derrumbándose.

El Sumo Sacerdote de la Paz

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús murió en la cruz para comprarme la paz con Dios, y ahora está en el cielo para mantener esa paz para mí y en mí. La paz que tenemos con Dios a través de Cristo distingue nuestra fe de todas las demás religiones.

Diciendo “Sí” a los Planes de Dios

Gary Wilkerson

Cada vez que el Espíritu Santo pone algo en tu corazón y hay un fuego encendido en tu alma, por lo general es porque Dios te está llamando a salir de tu zona de confort con fe y superar un obstáculo hacia la Tierra Prometida.

Cada vez que Dios te llama a hacer eso, habrá escépticos a tu alrededor. Por lo general, habrá un escéptico externo, un escéptico demoníaco de Satanás y un escéptico interno de tu propio corazón. Te van a estar contando todo tipo de argumentos en contra del plan que Dios tiene para ti.

No Habían Huellas Sobre la Sangre

Tim Dilena

Una vez, alguien irrumpió en la casa de nuestro pastor ejecutivo en Detroit a las 3:00 am mientras su familia estaba fuera de la ciudad, gracias a Dios. Él escuchó que rompían una ventana. Un tipo estaba entrando a su casa en busca de dinero para droga. Nuestro pastor bajaba las escaleras cuando el ladrón agarró el cuchillo de cocina más grande que pudo encontrar y se encontró con nuestro pastor en las escaleras. Lo apuñaló en el estómago varias veces, luego en la espalda cerca de la médula espinal otras 12 veces, luego en la barbilla otras seis veces para tratar de matarlo.

El Sacerdocio del Nuevo Templo

David Wilkerson (1931-2011)

Lee atentamente Ezequiel 44:15–16; el profeta se refiere a un hombre llamado Sadoc que sirvió como sacerdote durante el reinado de David. El nombre hebreo Sadoc significa “derecho o justo”. Este hombre justo nunca vaciló en su fidelidad a David o al Señor. Estuvo al lado del rey y de la Palabra de Dios en las buenas y en las malas. Sadoc siempre se mantuvo leal a David porque sabía que el rey era el ungido del Señor.

Las Lecciones del Foso de Leones

David Wilkerson (1931-2011)

La fe comienza con un abandono total de uno mismo al cuidado de Dios, pero nuestra fe debe ser activa, no pasiva. Debemos tener plena confianza en que Dios puede y hará lo imposible. Vemos en las Escrituras que "mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible" (Mateo 19:26) y "Porque nada hay imposible para Dios" (Lucas 1:37).

En resumen, la fe siempre dice: “¡Dios es suficiente!”

El Secreto de la Presencia de Dios

David Wilkerson (1931-2011)

En el Salmo 31, David nos introduce a la frase “lo secreto de tu presencia”. Él escribe: “¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres! En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas” (Salmos 31:19-20).

Un Cántico en Medio de la Amargura

Gary Wilkerson

En Isaías 38, Dios le dice al rey Ezequías: “Te estás muriendo. Se acabó" Ezequías comienza a afligirse y se desespera mucho. “Dije: No veré a JAH, a JAH en la tierra de los vivientes; ya no veré más hombre con los moradores del mundo. Mi morada ha sido movida y traspasada de mí, como tienda de pastor… me consumirás entre el día y la noche. Contaba yo hasta la mañana” (Isaías 38:11-13).