Dirección del Espíritu Santo
El propósito de Dios para sus hijos es que nos rindamos al reino y al gobierno del Espíritu Santo: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu” (Gálatas 5:25). En otras palabras: “¡Si él vive en ti, deja que él te dirija!”
Los primeros cristianos no caminaban confundidos, porque ellos eran guiados por el Espíritu. Ellos consultaban al Espíritu Santo y él los dirigía. Andar en el Espíritu significa propósito claro y toma de decisiones despejada.