Amando a Otros a Pesar de Sus Pecados
Una de las marcas supremas de un creyente maduro es el amor por toda la humanidad perdida. Tal cristiano muestra amor por igual para judíos y palestinos, para bosnios y serbios, para todos.
Una de las marcas supremas de un creyente maduro es el amor por toda la humanidad perdida. Tal cristiano muestra amor por igual para judíos y palestinos, para bosnios y serbios, para todos.
Cuando la economía colapse, se pierdan los empleos y se acumulen las facturas, ¿qué necesitará la gente? ¿Ser parte de una iglesia agradable y de rápido crecimiento, oyendo mensajes sobre cómo disfrutar la vida? No, ellos necesitarán respuestas. Necesitarán a alguien con autoridad que pueda interpretar lo que está sucediendo a su alrededor, alguien que pueda leer los tiempos. Y necesitarán una palabra del cielo para mantener sus corazones y sus mentes en la paz de Dios.
En este momento, muchos en el pueblo de Dios están sufriendo (dolor físico, presión emocional) y pueden estar cuestionando la razón de su angustia. Si tú eres uno de estos, puedes sentirte cansado y frustrado, preguntándote si Dios está enojado contigo por alguna razón. Tú preguntas: “Señor, tú sabes que te amo y mi fe es fuerte. Pero no sé cuánto tiempo más puedo soportar esta prueba”.
Sentado solo en una cueva, el santo profeta Elías había renunciado por completo a la sociedad. Ahora, anciano, aislado y abatido, el profeta le rogó a Dios que lo matara porque estaba convencido de que esencialmente: “Esta nación se ha alejado demasiado. La iglesia se ha apartado sin posibilidad de restauración y todo líder es un títere del diablo. El avivamiento es simplemente imposible y no queda ninguna esperanza. ¡Ya fue suficiente, Señor!” (ver 1 Reyes 19:4).
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos” (2 Timoteo 3:1). En este momento están ocurriendo cosas que nunca podríamos haber imaginado. Jesús predijo que los hombres se convertirían en amadores de sí mismos, amadores del dinero, aborrecedores, soberbios y arrogantes. Hoy, si alguien tiene el descaro de mencionar el pecado, se le llama intolerante y se convierte en un paria. A medida que la palabra de Dios es puesta en el margen de la cultura, el pecado prevalece cada vez más.
El Espíritu Santo es subestimado y poco predicado por la iglesia del siglo XXI. Una especie de prejuicio contra el Espíritu Santo impide que muchos aprendan más sobre él. De hecho, el cuerpo de Cristo a menudo se divide en dos bandos. Un lado enfatiza la Palabra de Dios, separándose de lo que considera fanatismo emocional, a menudo vinculado a aquellos que enfatizan la obra del Espíritu Santo. El otro lado es a veces conocido por deslizarse a manifestaciones no bíblicas y enseñanzas no ortodoxas, mientras que lo atribuye todo al Espíritu de Dios.
Satanás hará todo lo que esté en su poder para tentarte y apartarte del destino de Dios para ti. Tratará de socavar tu llamado, robarte tu unción y convencerte de que la aprobación de Dios sobre tu vida es una mentira.
El testimonio que Dios quiere dar a conocer en sus hijos es gozo, gozo genuino y duradero. “El gozo del Señor es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10). Este gozo, que resulta de la predicación bíblica y el arrepentimiento verdadero, trae verdadera fuerza al pueblo de Dios y atrae a los pecadores a su casa.
Crecer en gracia significa un increment de la semejanza de Cristo a través del poder inmerecido del Espíritu de Dios. ¿Estás confiando que el Espíritu Santo te hará más como Jesús, en tu hogar, tus relaciones, tu trabajo?
“En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” (Efesios 2:22). La palabra griega para morada, como es usada aquí, significa “residencia permanente”.