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Devocionales en Español

¿Dónde Estarás?

Tim Dilena

“Aquí hay mucho más de lo que parece. Las cosas que vemos ahora están aquí hoy, se han ido mañana. Pero las cosas que no podemos ver ahora durarán para siempre” (2 Corintios 4:18, traducción literal MSG).

Alborotadores del Espíritu Santo

David Wilkerson (1931-2011)

La iglesia de hoy está llena de santos silenciosos que no quieren levantar olas. ¡Después de todo, nadie quiere problemas! Pero algunos de los discípulos eran grandes alborotadores. Pablo y Silas caminaron en el poder del Espíritu y “han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 15:26). En una ocasión, Pablo se enfrentó a una adivina y echó fuera el espíritu maligno de ella, provocando un alboroto en toda la ciudad. Los amos de esta mujer esclava arrastraron a Pablo y Silas al mercado para ser juzgados ante los magistrados de la ciudad.

Esperando con Ansias el Retorno de Jesús

David Wilkerson (1931-2011)

¡Jesús viene pronto! “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:16-18).

Oyendo la Voz de Dios

David Wilkerson (1931-2011)

Una de las mayores bendiciones que tiene un verdadero creyente es conocer la voz de Dios. Es posible escuchar la voz de Dios hoy tan ciertamente como lo hicieron Abraham y Moisés, tan claramente como lo hicieron Samuel y David, tan seguramente como lo hicieron Pablo, Pedro y los apóstoles.

Aliéntate en el Señor

David Wilkerson (1931-2011)

Algunos piensan que los creyentes siempre deben ser optimistas, siempre seguros de a dónde van, siempre satisfechos y complacidos, pero muchas veces nuestras sonrisas camuflan el dolor, la confusión y la tristeza. Todos los verdaderos hombres y mujeres de Dios han experimentado tales cosas. Si te sientes en bancarrota espiritual, física y emocional, sabiendo que sin una infusión sobrenatural de la fuerza de Cristo simplemente no puedes continuar, no estás solo. ¡Pero ten la seguridad de que hay una victoria completa para ti!

Cautivados por el Amor de Jesús

Gary Wilkerson

“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (Efesios 1:1-2) . Pablo era el elegido por Dios, llamado de la vida que estaba viviendo y convertido en alguien diferente. Al dirigirse a los santos aquí, él entra en una bendición prolongada, hablando todo lo que está en su corazón con respecto a la grandeza y la bondad de Jesús (ver versículos 3-14).

Misericordia para Nuestros Errores

Carter Conlon

Cuando el diablo incita a los creyentes a pecar, es importante darse cuenta de que a él le encanta pintar una imagen hermosa e idílica, pero no es la imagen completa, no hay angustia, pérdida, quebranto ni dolor. Lo hace para sacarte de la batalla. Ciertamente hizo esto en la azotea cuando el rey David observó a la esposa de otro hombre. En ese momento crítico, David miró la imagen que tenía delante y tomó una decisión equivocada, cayendo posteriormente en adulterio.

Creyentes Verdaderos, Aferrándose

David Wilkerson (1931-2011)

La iglesia del Nuevo Testamento nació en un resplandor de gloria. El Espíritu Santo descendió sobre ella con fuego, y los primeros cristianos hablaban en lenguas y profetizaban. El temor de Dios caía sobre ellos y sobre todos los que los veían; y multitudes se convertían. Era una iglesia triunfante, sin miedo a Satanás, irreverente hacia los ídolos, inconmovible ante las plagas o la persecución. Era una iglesia lavada por sangre, que vivía y moría en victoria.

Que Jesús Sea tu Todo

David Wilkerson (1931-2011)

El Señor desea intimidad con sus queridos hijos. Él anhela estar encerrado a solas con el amor de su corazón. “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:6).