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Devocionales en Español

Discerniendo una Imitación

Gary Wilkerson

“Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino de Dios, verá más mi rostro” (Hechos 20:25).

Pablo incansablemente proclamaba el Evangelio de Jesucristo y enseñaba a las iglesias día y noche. Él soportaba una severa persecución donde quiera que fuera y cuando supo por el Espíritu Santo que iba a ser martirizado, reunió a los ancianos de la iglesia en Éfeso. Cuando compartió su amor por ellos, también les dejó una directiva importante.

La Gloria de Cristo en Nosotros

David Wilkerson (1931-2011)

“Él [Moisés] entonces dijo: Te ruego que me muestres tu Gloria. Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti… y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro” (Éxodo 33:18-19, 22-23).

Llevando un Fruto que Permanece

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús dijo: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto… El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden” (Juan 15:1-2, 6).

Una Vida de Piedad y Gratitud

David Wilkerson (1931-2011)

“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:16-17). Los hijos de Dios deben hacer que sea una cuestión de conciencia regocijarse en él en todo tiempo y en cualquier circunstancia. Regocijarnos no es nuestra elección; ¡es el mandato de Dios! Si tratamos estas palabras como una opción, socavamos el imperativo de Dios para nosotros.

Hasta que Dios cuenta con nuestro deleite, él realmente no cuenta con nuestro corazón. Hay tres pasos que nos ayudarán a mantener una actitud de regocijo en nuestro Salvador:

¿Eres un Comensal Habitual en la Mesa del Señor?

David Wilkerson (1931-2011)

David dijo de su Señor: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores” (Salmos 23:5). Jesús dijo: “Os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino” (Lucas 22:29-30).

Lo único que nuestro Señor busca por encima de todo, en sus siervos, ministros y pastores es la comunión en su mesa. Alrededor de su mesa celestial, hay unicidad: un lugar y un momento de intimidad y relación continua para obtener comida, fuerza, sabiduría y comunión.

El Subproducto Natural de un Corazón Cambiado

Gary Wilkerson

“Un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?” (Lucas 10:25). Los escribas y fariseos habían confrontado a Jesús y desafiado su autoridad en muchas ocasiones, pero ahora un intéprete de la ley, un abogado se le acercó, quizás alguien enviado por ellos. Los abogados están bien entrenados en el arte del debate y, sin duda, éste también estaba bien educado en las leyes del Antiguo Pacto.

Avivamiento en Tu Hogar

David Wilkerson (1931-2011)

El cimiento mismo del hogar cristiano está siendo sacudido, un resultado directo de la decadencia moral y espiritual en nuestra sociedad. En el libro de los Hechos leemos sobre el glorioso milagro en casa de Cornelio, una transformación que se produjo porque un hombre estuvo determinado a ver salva a su familia.

“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio… piadoso y temeroso de Dios con toda su casa... y oraba a Dios siempre” (Hechos 10:1-2). Cornelio estaba tan decidido a ver su casa entrar en la plenitud de Dios que ayunó y oró sin cesar.

¿Crees en el Cuidado de Dios?

David Wilkerson (1931-2011)

Hay momentos en los que parece que Dios no está presente, cuando su pueblo se ha quedado avergonzado y desesperado, pero la historia completa aún no se ha contado. A lo largo de la Biblia, ha habido personas cuya fe inquebrantable ha demostrado la fidelidad de Dios durante los momentos más difíciles. Sin ninguna vergüenza, estos siervos comprometieron al Señor a actuar.