Examina Tu Corazón

Gary Wilkerson

Dios está detrás de toda obra gloriosa y no compartirá su gloria. Él necesita vasos limpios para hacer su obra. En el momento cumbre cuando sus bendiciones y poder están fluyendo libremente a través de su pueblo, él les dice: “Hagan una pausa ahora y pongan todo en espera, porque quiero examinar su corazones”.

Lo Correcto en el Tiempo Correcto

Tim Dilena

Moisés se encontraba con Dios, a menudo de manera dramática; la Palabra nos dice que “se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza” (Éxodo 3:2). En ese momento, Dios llamó a Moisés para sacar a los hijos de Israel de la esclavitud de Egipto y tuvo que dar vuelta a su vida para seguir la dirección del Señor. “Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto… Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz” (Éxodo 4:18-19).

Tratando con Expectativas Fracasadas

David Wilkerson (1931-2011)

Algunos creyentes guardan resentimiento hacia Dios, lo cual puede ser muy peligroso. Lamentablemente, un número cada vez mayor de ministros se desilusiona, se agota, incluso se enoja con Dios; y se aleja de su llamado. Si bien esto es difícil de entender, muchos de ellos razonan así: “Fui diligente, fiel, di lo mejor de mí, pero cuanto más trabajé, menos resultados vi. Mi congregación no estaba agradecida y todas mis oraciones parecían en vano. Ahora estoy dando un paso atrás para poder tratar de resolver las cosas”.

En Paz durante la Tormenta

David Wilkerson (1931-2011)

Dios le prometió al profeta Zacarías que en los últimos días, él sería un muro de fuego protector alrededor de su pueblo: “Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor” (Zacarías 2:5 ) Del mismo modo, Isaías testifica: “Habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero” (Isaías 4:6).

Amargura a Fuego Lento

David Wilkerson (1931-2011)

Los estadounidenses parecen tener la costumbre de usar términos de cocina para describir emociones. Por ejemplo, una persona molesta se describe como “al vapor” y una persona enojada como “en ebullición”.

Piensa en las palabras enojadas y acusadoras que los hermanos de José le lanzaron. Satanás provocó esas palabras porque quería que José se aferrara a la amargura y pasaran años cocinándose en el guiso de la ira, la venganza y el odio. Gracias a Dios, José lo rindió todo, ¡no dejó que hirviera!

El Peligro de Descuidar la Oración

David Wilkerson (1931-2011)

Los cristianos parecen tener dificultades para orar. Pasan sus días preocupados, angustiados, porque no tienen una respuesta a sus problemas. Hablan con amigos, buscan consejeros, leen libros de autoayuda, escuchan podcasts, casi cualquier cosa para evitar arrodillarse ante Dios. Pero la Palabra es clara en cuanto a que debemos ir a Dios primero: “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

Victoria Sobre las Tormentas Feroces

Gary Wilkerson

Sabemos que Jesús obtuvo la victoria para nosotros en el Calvario cuando derrotó a la muerte, a Satanás y al poder del pecado. La pregunta que queda para los creyentes es: “¿Y ahora qué? Sé que Jesús ganó mi victoria en la cruz, pero ¿dónde está su victoria para el conflicto que se está desatando en mi vida en este momento?

Dejando los Lamentos en el Pasado

Carter Conlon

Los escritos del apóstol Pablo muestran claramente que su deseo preeminente en la vida era conocer a Jesús. Quería rendirse por completo al Cristo vivo, el cual, ahora sabía que había establecido su morada dentro de su cuerpo terrenal. Él escribió: “En él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28).

Cuidando tu Vida de Oración

David Wilkerson (1931-2011)

Hemos oído hablar de conspiraciones a lo largo de los años, pero sólo hay una conspiración que concierne a nuestro Padre celestial: una estratagema dirigida directamente a los cristianos que están decididos a entrar en la plenitud de Cristo. Esta conspiración está destinada a frustrar el plan de Dios de levantar un ejército de personas santificadas, hombres y mujeres totalmente dedicados al señorío de Jesús en sus vidas. Digamos que es una conspiración de interrupciones.