¿Qué Historia Cuenta tu Semblante?
El rey David declara confiadamente: “Aún he de alabarle, salvación mía y Dios mío” (Salmos 42:11). Él repite exactamente la misma declaración en Salmos 43:5.
Tu rostro es un panel publicitario que anuncia lo que está sucediendo en tu corazón. Toda la alegría o la agitación que hay dentro de ti se refleja en tu semblante: tu expresión facial, tu lenguaje corporal, tu tono de voz. Por ejemplo, cuando la mente de uno está cargada de los afanes de la vida, los hombros pueden encorvarse, las cejas pueden fruncirse, la cara puede verse decaída.