EL Otro Lado de la Piedra
“Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue” (Mateo 27:59-60).
Cuando Jesús fue colocado en la tumba después de su crucifixión, dejó a los discípulos desconsolados y desconcertados. Cuando la sólida piedra rodó frente a la puerta para sellar la tumba, todos tuvieron una triste sensación del final. Después de todo, Jesús dijo: “Consumado es” (Juan 19:30); y luego inclinó la cabeza y murió.