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Devocionales en Español

SÓLO EL AMOR DE DIOS

Jim Cymbala

La mayoría de nosotros sabe que Cristo es el modelo perfecto de amor. Conocemos el mensaje en 1 Corintios 13 acerca de la preeminencia del amor y sabemos que Dios es amor. Pero luego tratamos tontamente de amar más en nuestras propias fuerzas. Hacemos esfuerzos bien intencionados y deliberados para superar los hábitos egoístas y nuestro disgusto natural por las personas irritantes y desagradables.

CONFIANZA TOTAL EN EL PADRE

David Wilkerson (1931-2011)

En muchas de nuestras vidas falta un vínculo crucial, que a menudo es la razón por la cual no recibimos respuestas a muchas de nuestras oraciones. Amado, ese eslabón perdido es la fe. “Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).

DESCUIDANDO EL BUEN DON DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

Tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo y desde su santuario dentro de tu corazón, él sopla su influencia sobre todas tus emociones, atrayéndote, animándote, consolándote, convenciéndote de pecado, dirigiéndote, enseñándote, reprendiéndote, manifestando la realidad de Cristo. ¡Qué regalo tan maravilloso!

Lamentablemente, muchos descuidamos este maravilloso don dentro de nosotros. Y algunos, incluso, ignoran por completo al Espíritu de Dios, siguiendo con sus vidas cotidianas como si él no habitara en ellos.

GOZO RADIANTE

David Wilkerson (1931-2011)

David confiadamente declaró: “[Dios es] la ayuda de mi semblante” (Salmos 42:11, traducción literal). Cuando hablamos del semblante, nos referimos a la expresión facial, inclusive el lenguaje corporal y el tono de voz. David está diciendo algo muy importante aquí. Tu rostro es como una pancarta que anuncia lo que está aconteciendo en tu corazón; todo el gozo o la confusión se refleja ahí.

MÁS FUERTES EN JESÚS

David Wilkerson (1931-2011)

A medida que los hijos de Dios se ocupan de sus rutinas diarias, avanzan en su caminar con Jesús, de pronto pueden ser golpeados por una tormenta, una ola de problemas que golpea por todos lados. En el Salmo 107:23-26, leemos sobre “los que descienden al mar en naves” y son sacudidos por vientos tormentosos. Los marineros en este relato estaban tan asustados que casi se desmayan (versículo 26).

OBTENIENDO EL PREMIO

Gary Wilkerson

En la cultura actual, muchos cristianos están confundidos acerca del concepto de ganar. Pero, con demasiada frecuencia, ni siquiera sabemos cómo definir la apariencia de ganar. Los pastores piensan que para tener una iglesia ganadora deben tener una edificación más grande, un presupuesto más grande, un equipo de adoración efectivo, un excelente ministerio para niños. Las personas de negocios piensan que tener más empleados, disfrutar de mayores ganancias y alcanzar prestigio en su campo equivale a ganar.

MAYORES OBRAS

Nicky Cruz

Mientras viajo por todo el país hablando y evangelizando, a menudo cuento historias que ilustran la obra de Dios dentro de nuestro ministerio. Historias de criminales endurecidos y líderes de pandillas que vienen a nuestras cruzadas con la intención de causar problemas, pero que, en lugar de ello, terminan siendo convencidos de pecado por el Espíritu Santo y pidiendo perdón a Dios. Otras veces, relato testimonios de sanidades milagrosas, tanto físicas como espirituales, que tienen lugar.

UNA REVELACIÓN DE LA OBRA DE JESÚS

David Wilkerson (1931-2011)

Dios ha prometido a su pueblo un descanso glorioso que incluye paz para el alma. Tristemente, muchos cristianos no tienen idea de lo que significa descansar en su salvación. No poseen la paz que todos los cristianos tienen a su disposición en Jesucristo, la paz que puede llevarlos a través de cualquier tormenta.

LA FORMA DE ESCAPAR

David Wilkerson (1931-2011)

“Para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos” (2 Corintios 1:9). El apóstol Pablo escribió esas palabras cuando había tocado fondo. Él estaba diciendo, en esencia: “El Señor me trajo hasta el límite de toda ayuda humana. ¡Era un lugar de tal falta de esperanza que sólo el Dios del poder de la resurrección podía rescatarme!