EN VANO ME HONRAN
Dios toma el asunto de la adoración muy en serio. No es algo ligero venir a la casa de Dios, un lugar bendecido con la unción del Espíritu Santo. Moisés le dijo a Aarón: “Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado” (Levítico 10:3).