¿CÓMO CONSERVAMOS EL GOZO?

David Wilkerson (1931-2011)

“El gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10). En el momento en que estas palabras fueron proclamadas, los israelitas acababan de regresar del cautiverio en Babilonia. Bajo el liderazgo de Esdras y Nehemías, el pueblo había reconstruido los muros arruinados de Jerusalén; y ahora se propusieron restablecer el templo y restaurar la nación.

COMO DIOS TE PERDONÓ

David Wilkerson (1931-2011)

Si dices que no tienes enemigos, me encantaría saber cómo lograste llegar tan lejos en la vida sin que una sola persona se oponga a ti. Seguramente en algún momento alguien te tuvo envidia o intentó arruinar tus metas o interrumpir tus planes. Y, el hecho es, que estas cosas son las que hacen que alguien sea tu enemigo.

LA OBRA INVISIBLE DENTRO DEL CORAZÓN

David Wilkerson (1931-2011)

Parece que hay una falsificación para casi todo hoy. Solía acontecer que mientras caminabas por las calles de la ciudad de Nueva York, te encontrabas con vendedores ambulantes que vendían relojes Rolex “auténticos”, carteras de diseñadores, joyas y otras mercancías deseables. Aparentemente, se veían geniales, pero eran imitaciones baratas de las cosas reales.

ENSÉÑANOS A ORAR

Gary Wilkerson

Mientras los discípulos viajaban con Jesús, notaron que él oraba con frecuencia. No era extraño para él, el orar por largos períodos de tiempo en la mañana, antes del amanecer. Algunas veces pasaba todo el día orando; otras veces oraba durante toda la noche.

Jesús era lo que las Escrituras llaman “un intercesor”. Él intercedió, lo que significa que se puso entre Dios y el hombre para traer a la tierra bendiciones del cielo. Mientras estuvo en la tierra, él fue el Intercesor Divino, Dios entre nosotros, intercediendo en nuestro favor. A él le encantaba interceder.

FE EN EL PODER DE DIOS SOLAMENTE

Jim Cymbala

Cada creyente probablemente esté familiarizado con el importante papel que desempeñan la predicación y la buena enseñanza para extender el reino de Cristo y ayudarnos a madurar. Pero en los últimos años, he comenzado a preguntarme si nuestro entendimiento de la predicación se define más por nuestra experiencia de vida que por la Biblia.

AMADOS COMO JESÚS FUE AMADO

David Wilkerson (1931-2011)

El Espíritu Santo tocó mi espíritu con respecto a su amor y me condujo a este pasaje: “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna” (Judas 20-21).

LA NATURALEZA PERDONADORA DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

En ocasiones, David sufría grandemente bajo la vara de castigo del Señor. Temía que el Señor lo hubiera abandonado por completo a causa de su pecado, un pensamiento que él no podía soportar; y le suplicó al Señor: “No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca” (Salmos 69:15). Él estaba diciendo: “Señor, por favor no me dejes bajar tanto que ya no pueda salir”.

AYUDANTES EN ORACIÓN

David Wilkerson (1931-2011)

¿Con qué frecuencia oras por los demás? A menudo, cuando le decimos a alguien: “Oraré por ti”, nos olvidamos de hacerlo. U oramos una vez y luego nos olvidamos rápidamente de su necesidad.

IMPLOREN LAS PROMESAS DE DIOS PARA ESTA GENERACIÓN

David Wilkerson (1931-2011)

Hoy, los niños de América son una generación perdida. Ninguna generación en la historia ha estado tan plagada de sexo, drogas, alcohol, avaricia y asesinato a una edad tan joven. ¿Quién tiene la culpa de esto?

Nuestro sistema educativo se ha vuelto vil y pervertido a medida que los maestros introducen a los estudiantes al ateísmo, la evolución, la perversión, las actitudes sexuales permisivas y la intolerancia antirreligiosa. Un maestro no puede colocar una Biblia en su escritorio, pero puede exhibir literatura sobre temas que van desde el comunismo hasta la pornografía.

ESPERANDO EN DIOS CON GRAN GOZO

Gary Wilkerson

“Y vosotros sois testigos de estas cosas. He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto” (Lucas 24:48-49).

Jesús les dice a sus amigos que habían estado con él en el ministerio durante tres años que ellos habían sido testigos de su corazón, su mente, sus obras y su sabiduría. Y, aun así, les dice que se queden en la ciudad, que no se muevan, hasta que.