LA BÚSQUEDA DE UN PADRE AMOROSO
Después de que Adán y Eva comieron el fruto prohibido en el Huerto del Edén, se escondieron de Dios cuando lo oyeron caminar en el huerto, al aire del día (ver Génesis 3:8). Y después de que David pecó con la esposa de uno de sus guerreros principales y luego arregló que mataran al hombre en la batalla para poder casarse con la misma mujer, vemos a David retraerse en sí mismo. Él se negó a ir a la batalla y en lugar de ello, se escondió en el palacio. Él había perdido por completo su pelea y tenía miedo de enfrentar a Dios con un pecado no confesado.