TODO POR LA GRAN MISERICORDIA DE DIOS
Si la iglesia de Dios hoy es justa, es sólo por la sangre de Jesucristo; y no por ninguna bondad o moralidad que él haya visto en nosotros. Su gran misericordia vino a nosotros y nos sacó del juicio.
Si la iglesia de Dios hoy es justa, es sólo por la sangre de Jesucristo; y no por ninguna bondad o moralidad que él haya visto en nosotros. Su gran misericordia vino a nosotros y nos sacó del juicio.
Es cierto, el cristianismo de hoy es más egoísta que en generaciones anteriores: más consumista, más materialista. “¿Qué puedo obtener de la iglesia? ¿Qué puedo sacar de Dios?”
Hay una razón por la que somos llamados a vivir como Cristo vivió. Debido a que el mundo mirará nuestras vidas, la forma en que vivimos, las cosas que decimos y hacemos y reflejará esas imágenes en Jesús. Ellos lo verán a él, como nos ven a nosotros.
La gloriosa verdad del evangelio es que, si morimos con Jesús, entonces también venimos a la gloria de su resurrección y a novedad de vida. Su cruz es nuestra cruz, su muerte es nuestra muerte; y su resurrección es nuestra resurrección, a través de nuestra identificación y unión con él.
Habla con Dios, practica su cercanía, y él hará grandes cosas para ti. Conocerá la fuerza de su mano todo el tiempo. ¡Aleluya!
Una vez que comprendes la verdad de la cercanía constante de Dios hacia ti, que él te ama y está continuamente cerca de ti, ¡todo temor y ansiedad debe desaparecer!
Esta verdad es más que un pensamiento encantador. Es la clave para tu liberación de cada batalla que se libra en tu alma, el secreto para entrar en el reposo que Dios te ha prometido.
Sabes que escuchaste de Dios acerca de hacer algo por él y comenzaste tu viaje. Pero tan pronto como te tomas realmente en serio el levantar el nombre de Jesús y ganar almas, los vientos comienzan a impedirte de una manera dramática. ¡Satanás odia cuando ganamos almas!
Él no es simplemente el creador omnipotente y el gobernante del universo. Él también es Abba, Padre, el padre más amoroso que cualquiera podría tener como padre.
Todas tus pruebas están diseñadas para lanzarte a los brazos de Jesús, produciendo en ti el dulce aroma de la confianza y la fe en tu Señor. Tenemos una tendencia a olvidar todas las cosas buenas que Dios ha hecho por nosotros, por lo que es bueno recordar las victorias pasadas y la intervención divina.