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Devocionales en Español

EL MONTE DE LA SANTIDAD DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

Vemos una imagen gloriosa de la gracia en la intervención de Dios en Sodoma, cuando él, literalmente, tomó a Lot y a su familia y los sacó de la ciudad: “Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad” (Génesis 19:16)

EN LA BATALLA

David Wilkerson (1931-2011)

Supongamos que un entrenador de boxeo lleva a su luchador a un campo de entrenamiento aislado y pasa toda la sesión de entrenamiento preparándolo psicológicamente para la gran pelea.

“¡No te preocupes! Yo estaré contigo en todo momento. Aquí tienes una lista de los grandes boxeadores del pasado. Sólo estudia todos sus movimientos y no tendrás que pasar por los duros entrenamientos. ¡Eres un ganador y si sigues mis instrucciones y memorizas los diagramas que he preparado para ti, podrás subir al ring y vencer a cualquiera que se enfrente contra ti!”

DALE TUS PREOCUPACIONES AL SEÑOR

David Wilkerson (1931-2011)

Los cristianos creyentes practican todo un catálogo de pecados, pero uno de ellos, la incredulidad, da a luz a todos los demás. No la incredulidad de los agnósticos e inconversos, ¡sino las preocupantes dudas de aquellos que son llamados por su nombre! Aquellos que son sus hijos, los que dicen: “Yo soy de Jesús”, sin embargo, guardan dudas en sus corazones. Esto entristece profundamente a nuestro Padre.

DISFRUTANDO LA NAVIDAD

Gary Wilkerson

Todos los años, durante las atareadas fiestas, los cristianos recuerdan el verdadero significado de la Navidad: ¡La venida de Jesús! Nuestros corazones se llenan de gratitud porque Dios el Padre envió a un Salvador para redimirnos. Disfrutamos de muchas bendiciones: Ver regalos coloridos alrededor del árbol en la sala de estar; cantar villancicos e himnos; agradecer a Dios por su bondad. Algunos de nosotros incluso disfrutamos al ver “La Navidad con Charlie Brown”, cuando Linus menciona citas de Lucas 2 al final.

LA COMPASIÓN DE JESÚS

Nicky Cruz

Una y otra vez, los Evangelios describen a Jesús como un hombre de profunda e inquebrantable compasión. Después de la muerte de Juan el Bautista, Jesús se retiró solo en un bote para llorar la pérdida. Él sabía que Juan estaba en el cielo, pero él se dolía por los que quedaron.

LIBERTAD GLORIOSA

David Wilkerson (1931-2011)

Siglos antes de que Jesús naciera, el profeta Isaías profetizó que Dios enviaría un libertador a la humanidad, el cual libertaría a la humanidad y Jesús mismo se puso de pie en una sinagoga judía, un día de reposo y le recordó al mundo de esta profecía, cuando leyó:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos…Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Lucas 4:18, 21).

DIOS PERMANECE FIEL

David Wilkerson (1931-2011)

Supón que uno de tus hijos fue herido y está pidiendo tu ayuda a gritos. Como su padre, ¿te apresurarías a ir inmediatamente en su ayuda o te detendrías a analizar la calidad de su confianza en ti? Correrías a su encuentro sin dudar, por supuesto, motivado por el amor y la preocupación

EL REMANENTE DE DIOS

David Wilkerson (1931-2011)

El profeta Elías, se había descorazonado tanto por el decaimiento moral que su nación estaba experimentando, que huyó de las amenazas de Jezabel, la malvada esposa del rey Acab y se escondió en una cueva.     

“Elías, ¿por qué te estás escondiendo?”, Dios le preguntó.

“Porque tu pueblo ha olvidado tu palabra, tus altares están derribados, tus profetas están siendo perseguidos y todos buscan el placer. Sólo yo he quedado; y ahora, vienen por mí, también” (ver 1 Reyes 19:10).

NUESTRO DIOS COMPASIVO

David Wilkerson (1931-2011)

En su hora más oscura, Jeremías descubrió una gloriosa verdad que trajo una nueva esperanza y seguridad a su mente. De hecho, él ya conocía esta verdad, pero no había llegado hasta su alma, hasta que él tocó fondo. Él descubrió que cuando él llegó al mismo fondo, ¡Dios estaba ahí! El “fondo” no significa caer en un oscuro abismo, sino ir más profundo en Dios. Así que la verdad es que a Dios no se le descubre “allá arriba” en algún cielo celeste y despejado, sino en las sombras del dolor y la desesperación.