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Devocionales en Español

Elegidos para Dar Fruto​​​​​​​

David Wilkerson (1931-2011)

Jesús dijo: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16). Muchos cristianos sinceros piensan que dar fruto significa simplemente traer almas a Cristo. Sin embargo, dar fruto significa algo mucho más grande que ganar almas.

Un Lugar para Ti en el Cielo

David Wilkerson (1931-2011)

La parábola del pródigo proporciona una poderosa ilustración de la aceptación que se produce cuando se nos da una posición celestial en Cristo. Conoces la historia. Un joven tomó la herencia de su padre y la despilfarró en una vida pecaminosa. Una vez que el hijo se hubo arruinado completamente moral, emocional y físicamente, pensó en su padre. Él estaba convencido de que había perdido todo favor con él.

La Verdadera Batalla que Enfrentamos

Gary Wilkerson

Ponte en los zapatos de Pablo por solo un minuto. Alguien llega a darte un informe; tal vez sea Timoteo o Tito. Pablo pregunta: “¿Qué piensa de mí la gente de Corinto?” Le dicen: “Piensan que tus cartas son duras”. Tal vez Pablo piensa: “¡Genial, como que les gusto!”. La revisión no se detiene allí, desafortunadamente. Aparentemente, la gente en la iglesia de Corinto decía: “Las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la palabra menospreciable.” (2 Corintios 10:10).

¿Cómo Reconocer al Que ha Nacido de Nuevo?

Jim Cymbala

Cuando nace un bebé, por lo general grita y llora. Un recién nacido quiere la leche de la madre, y si está incómodo, llorará aún más fuerte. Estas no son señales de problemas. Las enfermeras no se preocupan cuando el bebé tiene hambre, llora, quiere que lo limpien o quiere a mamá. Esas son señales de salud. Si el bebé no está gritando, no tiene hambre, no quiere a su madre y solo está quieto, llaman a los médicos y expertos porque algo anda mal.

Fijando Firmemente Nuestra Fe

David Wilkerson (1931-2011)

Estoy convencido de que la gente pierde la esperanza porque primero ha perdido la fe. Han oído muchos sermones y leído muchos libros, pero ven ejemplos por todas partes de fe naufragada. Los cristianos que una vez abrazaron el evangelio ahora están renunciando a su confianza en Dios. ¿Adónde recurre la gente en busca de esperanza? El Espíritu me dijo una vez: “Tienes que anclar tu fe. Pon tu corazón a confiar en Dios en todo, en todo momento”.

Semillas de Celos y Envidia

David Wilkerson (1931-2011)

Todos tenemos semillas de celos y envidia en nosotros. La pregunta es: ¿quién de nosotros lo reconocerá? Un predicador puritano llamado Thomas Manton dijo sobre la inclinación humana por la envidia y los celos: “Nacemos con este pecado adámico. Lo bebemos con la leche de nuestra madre”. Está así de profundamente arraigado en nosotros.

Orando por Nuestros Enemigos

David Wilkerson (1931-2011)

La Escritura nos ordena solemnemente: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” (Colosenses 3:12-13).

Deseos Legítimos e Ilegítimos

Gary Wilkerson

En Génesis 2, Dios le está hablando a Adán: “Necesitas a alguien adecuado que te ayude. Voy a hacer a alguien para ti. Va a ser justo para ti. Dios trae a todos los animales y dice: “Veamos qué podemos encontrar”. Así que Adán está nombrando a todos los animales. Sin embargo, debes preguntarte, ¿por qué Dios hace esto?