Santo significa separado y puro. Piadoso significa devoto. Debemos vivir de esta manera con vidas santas y piadosas mientras esperamos el regreso de Cristo.

Si los cristianos comprendemos adecuadamente el espíritu detrás de lo que Jesús hizo al lavar los pies a sus discípulos, comprenderemos mejor los conceptos de servicio y sumisión.

Escucha esta profecía de Isaías:

Cuando el diablo te ve arrodillado, sabe que la liberación está cerca y no se quedará sentado en esos momentos finales. ¡Ten la esperanza de que la libertad de Dios está cerca!

Servimos a un Padre amoroso que siente nuestro dolor en el momento en que lo sentimos por primera vez. No importa cómo llegamos a nuestra aflicción, Dios se duele con nosotros y quiere librarnos.

Cuando luchamos por conseguir mayores bendiciones de Dios, por una posición de poder y autoridad sobre los demás, terminamos haciéndonos daño a nosotros mismos. Necesitamos confiar en la sabiduría y generosidad de Dios.

La humanidad trajo el pecado sobre sí misma, pero los creyentes algún día resucitarán en un mundo restaurado debido a lo que Jesús hizo en la cruz. No hay otra manera.

No importa en qué tipo de problema te encuentres, simplemente no podrás salir de él por tus propias fuerzas. Dios es el único que puede redimirnos de nuestras dificultades.

El Señor permite que se nos presenten tribulaciones para ponernos a prueba, pero ese no es su propósito principal. Más bien, nuestras aflicciones deben enseñarnos a caminar rectamente delante de él.

Juan advirtió a los creyentes en las Escrituras que aquellos que todavía aman las cosas de este mundo se han abierto al espíritu del anticristo.