Dios es un Amante Celoso
Un día, todo en este mundo va a arder, pero ¿qué pasa con nuestra intimidad con Cristo? ¿Seremos capaces de presentarnos ante él habiendo anhelado conocerlo mejor?
Un día, todo en este mundo va a arder, pero ¿qué pasa con nuestra intimidad con Cristo? ¿Seremos capaces de presentarnos ante él habiendo anhelado conocerlo mejor?
La iglesia, la novia de Cristo, tiene una belleza interior que la hace bella exteriormente. Ella es gloriosa y deseada porque es devota de su novio.
¿Conocen y comprenden apasionadamente los creyentes al Señor? ¿Lo buscamos día y noche? Si no lo hemos hecho o lo hicimos alguna vez pero lo hemos olvidado recientemente, podemos comenzar hoy.
La generosidad de Dios debe cambiar nuestra visión de la amistad, el éxito y la vida eterna. Estos tres regalos deberían llenarnos a cada uno de nosotros no sólo de una increíble gratitud sino también de paz.
No es lo “malo” el enemigo del cristiano, sino lo “bueno”. Es la familia, la carrera, el trabajo, los hijos. El Señor quiere su tiempo a solas con nosotros. Es crucial que le prestemos toda nuestra atención.
Si quieres ser la novia de Cristo, debes preocuparte por algo más que escapar del infierno. ¡Más bien debes tener un profundo deseo de no faltar en ese gran día de boda!
El matrimonio descrito en el Salmo 45 es una unión mucho más grandiosa y gloriosa que cualquier unión terrenal. El novio es nuestro Señor Jesucristo, y la novia es su iglesia.
Los mejores maestros de cualquier iglesia no son los que están en el púlpito. Más bien, están sentados en los bancos junto a nosotros, personas que han sufrido y aún así adoran al Señor.
Ir a la Biblia y reconocer quién es Dios y por qué lo anhelamos nos llevará al arrepentimiento y nos dará la perspectiva correcta y la paz verdadera.
El pueblo de Dios no debe seguir los deseos de la carne. Por la gracia de Dios, deben someterse a la autoridad adecuada, especialmente a Dios y su Palabra.