LA CURA PARA LA INCREDULIDAD
¿Cómo encuentra un creyente sincero la “cura” para la incredulidad? Considera estos pensamientos sobre cómo deshacerte de la duda en tu corazón.
Lleva cada preocupación, temor y carga a Jesús, ¡y déjalos sobre sus hombros!
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7). Amado, esta es la palabra personal de Dios para ti: “No cargues esa carga una hora más. Yo tengo cuidado de todo lo que está sucediendo y soy lo suficientemente grande como para llevarlo todo por ti”.