Cubiertos Por la Sangre de Cristo
Nadie puede contar todas las tiernas misericordias de Cristo y las múltiples bendiciones de su sangre derramada. Pero enfoquémonos en una victoria en particular: el perdón de todos los pecados pasados.
“Si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado… Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:7, 9).