Limpiando y Sanando la Lengua
La Palabra de Dios es un carbón encendido y el Espíritu Santo es su fuego. Dios quiere purificar tu lengua y tu corazón, y puede hacerlo si dejas que su Palabra llegue a lo más profundo de tu ser.
La Palabra de Dios es un carbón encendido y el Espíritu Santo es su fuego. Dios quiere purificar tu lengua y tu corazón, y puede hacerlo si dejas que su Palabra llegue a lo más profundo de tu ser.
La gente parece pensar que las palabras amargas simplemente se desvanecen en el aire. ¡No es cierto! Se registran en el cielo, así que oigamos al Espíritu cuando trae convicción de pecado a nuestro corazón por chismes o conversaciones maliciosas.
Dios quiere ayudar a sus hijos a lidiar con cada pecado que nos atrae a sus redes, especialmente cuando se trata de domar nuestra lengua y limpiar nuestro corazón.
Muchas personas crecieron escuchando la enseñanza sobre el versículo que dice: “Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso” (1 Timoteo 4:8). Esta frase a menudo se interpretaba en el sentido de que cuidar bien de la salud física estaba al final de la lista en términos de bienestar general.
Una cultura de arrepentimiento creará una “tierra” en nuestros corazones que pueda recibir la Palabra y producir fruto eterno. Es vital que los creyentes cultiven este tipo de mentalidad hacia el arrepentimiento y Cristo.
A pesar de la enorme cantidad de personas que corren de un lado a otro en busca de alimento espiritual, los que verdaderamente conocen y desean la Palabra de Dios constituyen sólo un pequeño número.
Dios sabe que mientras sigamos tomando el pecado a la ligera, nunca seremos libres; por eso el Espíritu Santo usa las flechas convincentes de la verdad para poner un temor santo del Señor en nuestros corazones.
Muchos creyentes hoy conocen el nuevo pacto de Dios, pero piensan que suena demasiado bueno para ser verdad. ¡Sin embargo, el poder de Dios para traer nueva vida a nuestras vidas es verdaderamente milagroso!
Cuando hayas abandonado toda esperanza de vencer el pecado mediante tu propio poder humano, entonces estarás listo para entrar en el reino glorioso de la vida y la libertad a través del nuevo pacto.
Como un padre que ama a un hijo pródigo, puede resultar muy difícil ver mucho valor en los años en el desierto; todo lo que sentimos es pérdida y tristeza. Sin embargo, Dios quiere que seamos alentados.