Dios Permanece Fiel
Las Escrituras muestran claramente que es el orgullo y un espíritu altivo e inamovible lo que nos trae abajo. Un corazón quebrantado y un espíritu contrito, sin embargo, capturan el corazón del Señor.
Las Escrituras muestran claramente que es el orgullo y un espíritu altivo e inamovible lo que nos trae abajo. Un corazón quebrantado y un espíritu contrito, sin embargo, capturan el corazón del Señor.
No importa lo que hayamos pasado o lo que hayamos hecho, Dios mira nuestros corazones. Si un seguidor de Cristo tiene un espíritu quebrantado y contrito, Dios estará allí.
Dios sabe que sus hijos siempre estarán insatisfechos con el mundo, incluso con sus respuestas a nuestras oraciones. El Señor es lo que anhelamos; Él es nuestra bendición y recompensa.
En lugar de enfurecerse contra Dios porque no cumple con nuestras expectativas, los creyentes deben aprender a apoyarse y descansar en él porque él es totalmente justo y bueno.
Quizás esa persona por la que hemos orado es un completo desastre y hemos llorado por ella. Justo ahí es donde Dios quiere mostrar su poder y hacer cosas extraordinarias.
Jesús es el gran Sumo Sacerdote, y él se cubre con su sangre, intercede por nosotros ante el Padre y sale a bendecirnos a cada uno de nosotros con la plena autoridad de Dios.
Dios nunca bendice sin atraer a esa persona a sí mismo. Cuando comencemos a bendecir a otros en medio de nuestras pruebas, sabremos que la mano de bendición de Dios está sobre nosotros.
¿Ha venido ya sobre ti la bendición de Abraham? Si aceptamos plenamente la justicia de Cristo por fe, entonces seremos bendecidos junto con los fieles Abraham y David.
El Señor bendijo a los débiles, a los vilipendiados, a los perseguidos, a los abatidos, a los que son considerados nada a los ojos de los demás porque su poder se glorifica en nuestras debilidades.
Pídele hoy a Dios que te muestre toda su sencillez, amor, sabiduría, fuerza, verdad, misericordia, poder, gracia y bondad. Es allí donde hallarás la paz que sobrepasa el entendimiento.